Cuando me asome a la ventana estaba atardeciendo, entre las asombrosas nubes amontonadas hacia efecto el poco sol que quedaba y aunque sabia que era imposible busque su cara en esas nubes que parecian de algodon. Quizas fuera mi afecto hacia ella y que le echaba de menos al estar alejado de ella pero pude encontrar su cara entre esas nubes iluminadas por esa luz cada vez mas lejana.
¿Estaba volviendome loco? Igual simplemente me esta enamorando de ella. De su pelo, de su sonrisa perfecta, de sus ojos verdes con ese efecto cristalino... Ella siempre tubo todas las de ganar. Tan encantadora y cariñosa, tan alegre y divertida, tan despreocupada y tan atenta a la vez. Seguramente nunca lea esto, quizas no seria lo correcto. Mejor no me arriesgue y me quede con su calor, con sus abrazos... Pero nunca con sus labios.
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