miércoles, 3 de noviembre de 2010

La esfera - Capítulo 1

Capitulo 1

Solo oscuridad, Claxan estaba sumergido en sus sueños, en unos sueños que se cortaron violentamente por el sonido de alguien llamando a su puerta. Parecia no haber nadie en casa ya que quien fuese que llamaba a la puerta seguía en la puerta esperando, asi que se incorporo y bajo las escaleras hasta la puerta de madera. Al abrirla pudo ver a Saron. Claxan y Saron se conocían desde que tenian memoria, pues siempre habian vivido en Villa Yaguen. Villa Yaguen era una pequeña aldea situada al Sur de la antigua Farganot, hasta que se dividio y fue bautizada como Libia. Era el lugar habitado que mas lejos se encontraba de la frontera, pero hasta ahí habian llegado todos los rumores que fueron llegando de boca en boca y en las últimas semanas no se hablaba de otra cosa.
-¿Que hay Claxan?-dijo el muchacho con un aire agradable.
-Hola Saron, estaba durmiendo todavia. ¿Que te trae?
-¡Es tarde para dormir! ¿Vienes a por unos pezes?
-¿A pescar? ¡Genial!
Claxan volvió a subir las escaleras de su casa. Al llegar a su habitación se quitó el pijama, se puso sus pantalones, su camisa, su cinturon de cuero ya desgastado y sus botas. Despues abrió un armario, del que cogio un bote con gusanos de pesca, se metio un puñado a uno de los saquitos del cinturon, cogio la caña de pescar y se reunio abajo con Saron. Caminaron dejando la casa atras junto a otras mas hasta llegar a la plaza, fueron hacia la salida de la aldea y salieron del camino para llegar a un pequeño bosque donde estaba el rio en el que solían ir a pescar.
Paso el tiempo, aun no tenían ningun trofeo en forma de pez y cuando asimilaron que ese dia no ivan a comer pescado fueron a sus casas a por algo que si pudieran llevarse al estomago. Aunque no pescaran nada siempre lo pasaban bien juntos y pensaban en aventuras que algun día pensaban emprender.
Cuando Claxan llego a casa, sus padres y su hermano Bob habían vuelto.
-¡Claxan!-le dijo su padre con su peculiar voz de gigante. -¿Que tal hijo? ¿Estabas con Saron?
-Si padre.-dijo el chico dirigiendose a las escaleras.
Cuando Herman vio la caña de pesca de su hijo y al no ver ningun pez solto una enérgica carcajada. Era un hombre grande y fuerte, pertenecia como todos los hombres capazes al pequeño batallon de Yaguen, popularmente se les llamaba Yags. Aunque debido al escaso movimiento militar por esa zona se dedicaban solamente a cazar y a mantener la seguridad en la ciudad. También Claxan y su hermano Lenn debían asumir el cargo de formar esas filas militares, pues ambos eran ya adultos.
Llegada la tarde, Claxan y su padre salieron a por unos recados para la cena y al llegar a la plaza del pueblo vieron a mucha gente haciendo corro a alguien que parecia que tenia algo importante que decir.
Era Flink, el lider de Yagueny gran amigo de Herman. En unos instantes se dispuso a hablar.
-Habitantes de Yaguen, tenemos un asunto que tratar. Convoco una reunion de Yags, asi que, toda fuerza militar activa debera dirigirse mañana al atardecer al cuartel militar. Que se informe a todos los demás. Un saludo.
Cuando se dispuso a irse se detubo al ver a Herman.
-Herman, que alegría verte. Hola Claxan, ¿Como estas?
-El chaval esta sano y fuerte.-dijo el padre cuando Claxan se disponia a contestar.
-Me alegra saberlo. Herman, tenemos que hablar de unas cosas.
-Esta bien. Claxan hijo, encargate de los recados. Nos veremos en casa.
Claxan sabía de antemano que iva a tener que irse, pues las conversaciones entre Herman y Flink siempre eran privadas.
Claxan se dirigía al mercado, por el camino saludo a unos cuantos conocidos. No había mucha gente en los tenderetes, cuando realmente estaba lleno era por las mañanas.
Al llegar a casa, vio a sus padres hablando. Sintio que con su presencia habia finalizado esa conversacion y asi fue. Herman salió al jardín que tenían detras de la casa cruzando la puerta trasera y su mujer se metio en la cocina.
Lenn estaba con su padre en el jardin cortando unos trozos de leña para el fuego, pues iba a ser una noche fría. Claxan no podia dejar de pensar en la reunion del dia siguiente, en su interior sabia que no ivan a ser buenas noticias.

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